El pasado 2014 Facebook compró Whatsapp por cifras que en
principio rondaban los 15.000 millones de euros, después de la compra, Facebook
anunció que Whatsapp sería una aplicación gratuita. Tras este anuncio, la razón
de la compra quedo al descubierto, Facebook quería nuestros datos, los datos
que Whatsapp ya tenía.
La fusión completa entre ambas compañías se realizó
finalmente en agosto de 2016, cuando se hizo aceptar a los usuarios de dichas
aplicaciones las “Nuevas condiciones de uso y privacidad”. En la última
actualización de las condiciones de uso ya aceptamos el intercambio de
información, incluso si desmarcamos la opción de dar permiso a Facebook para
obtener nuestros datos, estos no son del todo inaccesibles para Facebook.
La voz de alarma apareció rápidamente, la comisión de
protección de datos de la ciudad de Hamburgo, encabezada por Johannes Caspar
aseveró tajantemente que: "Tiene que ser decisión de los propios usuarios
el conectar sus datos personales con Facebook". La UE se ha sumado también
a la disputa.
Finalmente, WhatsApp anunció que interrumpía el intercambio
de datos entre ambas compañías, ante las críticas de las agencias europeas de
protección de datos, actualmente la investigación está en curso. A pesar de los
requerimientos de la UE, es muy posible que no se pueda detener ya el flujo de
datos.
Fuente: Elcorreo